Por una necesidad nostálgica obligué a Aldaron y a Nienna a ver una maratón de Ally McBeal. Una serie que marcó mi paso a la madurez. La recordaba como a esa mujer que yo era en ese entonces y con la que me identificaba completamente. Una mujer de casi treinta, profesional, sola, con los conflictos, logros y frustraciones correspondientes.
Bueno, pues haberla visto ha sido estupendo, pues me he dado cuenta de que ella ya no soy yo. De hecho, ya no me dan ganas de ver más capítulos y Ally me parece una mujer realmente tonta. Y me horroricé pensando que yo de verdad era así. Insegura, errática, prejuiciosa... Con una comprensión nula de lo masculino y soñando con bobadas romanticoides. Sometida a tontos juegos de poder... Es un alivio darse cuenta de cuanto he dejado de serlo. Cómo ahora comprendo el comportamiento masculino más real y tranquilamente. Cómo ahora sólo busco el amor real y soy mil veces más fresca frente a mi sexualidad. Cómo ahora adoro mi soledad. Si, bueno, sigo siendo insegura, paranóica y errática, pero al menos lo manejo más racionalmente.
Es bueno ver que se ha crecido. Y en esta labor debo agradecer a Aldaron y a todos mis amigos hombres que me han tratado como a otro más. Gracias, chicos.
Monday, February 27, 2006
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1 comment:
Nunca te vi como Ally. A pesar de que durante mucho tiempo me gustó bastante esa serie, nunca te relacioné con sus personajes o situaciones, simplemente porque nunca hallé puntos de contacto.
Cuando te conocí, la relación mental fue con Flauta - un personaje de Eddings que resulta ser una Diosa. A medida que nos conocíamos, pasaste a ser Galadriel. Cuando nos despedimos cierta madrugada de enero, con el Raumainoron majestuoso en el horizonte, ya eras Silmithrilvarnië.
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