Slow life

Qué rico darse tiempo para todo. Tiempo y calma para saborear y disfrutar a fondo cada pequeño goce. Tiempo para:

Tomar una copa de buen vino tinto.
Contemplar una vieja fotografía.
Leer un poema de Cavafis.
Saborear unos tomates secos.
Sentarte al sol sobre el césped.
Sentir el aroma de esa primera taza de café en la mañana fría.
Comer un rissoto, unas crépes, un salmón o una bandeja paisa. Y si te han hecho esperar por ellos, tánto mejor.
Disfrutar de una conversación insustancial en el baño con mis mejores amigas.
Hacer un masaje.
Leer un cuento a mi hijo antes de dormir.
Oir un buen argumento.
Navegar por los blogs.
Hacer el amor.
Echarse en el sofá a ver una comedia gringa.
Contemplar a mi gata mientras se limpia.
Un beso francés.
Ir a cine.
Tener sexo.
Dormir.
Una buena charla por teléfono.
Visitar una librería.
Caminar por la calle.
Acostarme sobre tu pecho.
Comer una hamburguesa o un perro caliente.
Ver llover desde la ventana.
Hacer pancakes. Muchos.
Bañarnos juntos.
Escribir una carta de amor.
Oír hablar a alguien inteligente y divertido.
Filosofar sobre cualquier tontería.
Montársela a Morkaiser y Mornis.

...En fin, prefiero tener siempre tiempo para mirarme al espejo y sacarme la lengua. No cambiaría el éxito ni mucho dinero por esa posibilidad.