Cuando te ví por primera vez no pude evitar la sorpresa ni la ternura: tenías los ojos grandes, grandes y muy abiertos, y el gorrito le daba un dulce aire de duende a tu carita diminuta. Recuerdo bien que tu padre se enojó cuando le confesé que hasta entonces, en realidad, yo no había conocido el verdadero significado de la palabra amor.
Hoy, cuatro años y seis meses después, he sabido de tus labios que me correspondes. "Enamorado", has dicho.
Y yo debo decirte que te amo con locura.
Tuesday, August 23, 2005
Thursday, August 11, 2005
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