Wednesday, November 24, 2004

Hablar

Hablar de sexo contigo, tú, que no tienes derecho a entrar en mi cama, tú, con quien pensar en sexo sería casi un incesto, tú, querido amigo mío.
Hablar de cosas vergonzosas y perversas... Reirnos y llenarnos de rubor, contarnos cosas asquerosas, sublimes y triviales.
Y quizás, sólo quizás, dejar en el aire esa extraña sensación de haber tenido un orgasmo, de haber movido las hebras del deseo, de haber compartido algo muy íntimo, de haber desahogado algo instintivo, puro, simple.
Y ni siquiera soñamos con tocarnos.

1 comment:

Aldaron said...

¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????????????????????????????????????????????????????