Inocencia

"la maldad de las mujeres no tiene límite. Sobre todo la de las inocentes."
Saramago

dedos

Ayer casi me rompo los dedos de mi mano derecha... Atrapada entre dos puertas de un carro y gritando de dolor... Bueno, no muy agradable. Luego estuve semi inconciente y casi desmayada por el dolor (de verdad, no podía ver y mi tensión llegó muy bajito) mientras mis asustados amigos me llevaban a una clínica. Nada como el susto cuando la doctora hizo cara de "qué horror"... Y entonces empecé a pensar en cómo iba a ser mi vida mientras los deditos se me arreglaban.. ¿Cómo se puede estar sin una mano? ¿Y sin la derecha? Ya me veía comiendo como tonta, sin poder escribir, perdiendo autoridad por no poder regañar adecuadamente a mis alumnos (un yeso da risa), pensando en la ducha y en la apertura de mis catorce puertas.
Afortunadamente todo tuvo un final feliz. Las radiografías revelaron que mis husecillos estaban enteros y que la cosa no pasaría de una inflamación. Me pusieron una inyección maldita que me dolió más que el golpe y que me dejó ridículamente trabada (para jolgorio de mis preocupados amigos) y la única consecuencia fue no haber podido tomar tequila a gusto con Turin & Co.
Dios existe.

Libro de almohada

Hay cosas que hacen que la vida realmente valga la pena. Una primera lista:
-"te quiero mucho, mamá"...
-"tu clase me hizo leer..."
-Un oreo's cheese cake en Miriam cami.
-el sueño a las seis de la mañana.
-un gato que se parece a Darth Vader
-Un par de contextualizaciones de Carl Sagan
-El gesto de Han Solo cuando Leia le dice "te amo" y él contesta, antes de ser congelado: "lo sé".
-Una tarde de intimidad (es decir, verdadera intimidad: yo leo y tú tocas la guitarra, los dos, en calma, juntos...)
-Una mañana de buen sexo
-Bailar un clásico de salsa... al estilo costeño
-Quesos y vino tinto entre risas camaradas
-Hacer ruido cuando lo haces
-las palabras de Saramago
-la filosofía de bolsillo en las mañanas
-Un ronroneo dulce y felino cuando estás cansado
-el café despues del almuerzo
-el canon en Re mayor de Pachelbel
-el cielo azul de las madrugadas bogotanas
-saber que tus amigos, esos que quieres más allá del tiempo o las distancias, son felices.

Excesos

Después de la tormenta la playa siempre está llena de escombros, así que yo he removido entre los míos y he encontrado cuál es mi problema: los excesos. Soy una mujer de excesos. Todo en mí es excesivo. Si amo, es en exceso, si lloro, si soy consentida, si algo me apasiona, si quiero comer chocolate o langostinos, si hago llamadas de larga distancia o si me siento herida. Ya, ya, no me educaron en inteligencia emocional. No sé medirme. Me domina el exceso de todo y sobre todo el exceso de ego. Qué vaina. Pero bueno, así siento también el amor, por mi amante, por mi hijo, por mis amigos, por mi trabajo, por mis sueños, por mis nostalgias.

Y como dice por ahí Joan Manuel Serrat: "Cada uno es como es y anda siempre con lo puesto. Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio."

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Mujer de 32 años, separada y con un hijo, residente en Bogotá, profesora de español de escuela media, graduada en filosofía y letras de la Universidad de Los Andes, busca un Lugar para Soñar.

Mala leche

Y bueno, uno tiene derecho a caerse mal a uno mismo. Si, soy la eterna optimista, pero esta vez la frustración, el cansancio y el dolor en el alma no me permiten ver las cosas bajo la luz luminosa del sol. Hoy me caigo mal. No me soporto. Y es que estoy muy vieja como para ser tan estúpida y caer en los mismos errores de siempre. Por qué será que existe la tendencia a malinterpretarlo todo. Si yo digo "es verde", por qué parece que dijera "es como verdusco tirando a marrón"? Por qué no podemos ser simples? Soy tan complicada que pierdo a los demás en mi territorio mental, ya vi.
Y me siento frustrada y furiosa de que tantas cosas quedaran en el aire pero todos nos hacemos los que no pasó nada, así que hoy voy a llamar las cosas por su nombre, y no espero, no esta vez, no me importa, que nadie me perdone, ni Dios, ni el demonio, que por lo menos voy a ser honesta y no voy a maquillar mis palabras, cero máscaras, esta soy yo:
Me duele en los cojones que alguien crea que intento quitarle poder. Toño: el poder es tuyo. Nadie quería suplantarte, sólo organizar las cosas. Y me dio la impresión de que lo que te molestó es que te sentiste desplazado, dejado de lado. No era así, y lo digo de frente. Si, soy mandona, me gusta organizar y en especial quería que todo resultara espectacular; pero por el extraño afán de Olorindor de no "soltar" el poder, no pude enterarme de los descuadres y mi afán organizativo terminó en todo lo que se sabe. Mira, el diablo sabe más por viejo que por diablo y la experiencia tiene cosas qué decir, a veces. Por qué no escucharla? Y eso no quiere decir que todo haya sido una mierda o que tiengas que renunciar... No, no hay que irse de la toe, hay que aceptar, con humildad, que te equivocaste, que me equivoqué, que laura se equivocó, que Luis lo hizo, y no buscar chivos expiatorios, sino pedir disculpas humildemente. Todos.
Nadie te estaba acusando, y sin embargo yo sí terminé acusada. Y ni las gracias por el esfuerzo. No me parece y te lo quería decir, porque yo sé que yo te importo una mierda, pero a mí tu si llegaste a importarme; podrías haber preguntado en Bogotá qué decía yo de ti, y en qué lugar te tenía entre las personas que aprecio y admiro. No me importa que usaras mil máscaras y no te conociera, no me importa que me despreciaras o me desprecies ahora, no me importa que me veas como a una entrometida -y sabes a lo que me refiero-.
Mis errores nacieron del amor, amor a una organización de la que pienso tomar distancia y dejar que los afectos fluyan y se asienten, que todo pueda ser visto en perspectiva, pues estoy adolorida y exhausta.
Pero no voy a renunciar, y menos debes hacerlo tú, pues nunca hubo en Olorindor alguien con el empuje que tienes tu y la capacidad para inspirar lealtad que tu inspiras.
Y debo decir que me gustaría seguir compartiendo blogs y comentarios contigo y sentir de nuevo que hay algo que tiende un hilo de camaradería entre los dos, pero sé que es imposible, por tu orgullo y eso tambien me duele.
Muchas cosas me duelen hoy.
Perder amigos por tonterías, por comentarios que sonaron a injusto y a confabulación... Perder a Luis, que lo adoro, que está en mi imagen de Cartagena, de Olorindor, de Abaco, de todo lo que es la Toe en la costa, sentir que estuvo hablando mal de mi y que no me defendió, sentir que ya no está más... Que fui grosera con él y no pude controlar mi carácter exposivo y que el dolor y el orgullo herido fue más grande...
Ah, si, soy una neurótica esquizofrénica paranóica, si no no estaría aquí ahora, lanzando mis lamentos al aire, quizás si no hubiera tenido que soportar el estrés de mi madre con un hacha pendiendo sobre mi cuello, quizás si no me hubiera enfermado, quizás si me hubieran consentido más (si, soy una consentida inmadura que hace pataletas de niña chiquita, quejas a la fábrica, que el psicoanális ya me costó la hipoteca), si Juan hubiera estado allí para hacerme sentir importante, y yo me hubiera sentido halagada en mi ego, no me hubiera sentido tan mal, no me sentiría tan frustrada, tiraría a un lado el látigo y los silicios, pero no puedo, no puedo, y maldita sea mi naturaleza filósofa de porquería que me obliga a juzgarme en cada palabra y en cada movimiento que sale de mi ser. Y a condenarme. Así que terminaré pidiendo disculpas por la camorra exagerada, por joder tanto y por amargarme y amargarle tanto el concilio a los otros.
Pero quiero a mis amigos de regreso. Quiero mi corazón restaurado.
La cagué. La cagaron conmigo.
Cómo enderezar las cosas?
Cómo desfacer entuertos?
Vete a leer, a trabajar, asume la vida real y deja de joder, so idiota.