Saturday, March 12, 2005

Ser Feliz

Hace un par de días una estudiante se me acercó y me preguntó, como parte de un proyecto que tiene, si soy feliz. Me quedé muda. Creo que no me lo había preguntado a mí misma desde hace mucho tiempo. Y tuve que reconocer, con algo de vergüenza, que sí, puedo considerarme una presona feliz.
Esto dió como resultado un par de reflexiones.
Por un lado, me hizo pensar en torno a lo que los seres humanos consideramos felicidad.
Por otro, me puse a indagar la razón por la cual me sentía avergonzada.
Respecto a lo primero, discrepo de la frace que mi querido Aldaron publicó en su blog. Creo que encontramos satisfacción y alegría cuando amamos lo que hacemos, pero esa no es La Felicidad, con mayúsculas. Es parte de ella, claro. Pero ser feliz, creo yo, consiste en tres cosas básicas:
-Estar en la posición que quieres estar. Sentirte a gusto con la manera como vives. Tener lo que quieres.
-Tener a quien amar y saber que hay quente que te ama.
-Conservar sueños y anhelos, tener metas y pensar que son posibles.
Así pues, creo que soy feliz. Eso no significa que no me sienta a veces frustrada o triste por eventos cotidianos; eso no quiere decir que sea una tonta sonriente permanente o que no vea lo malo que ocurre en el mundo. No significa que no sienta rabia o impotencia, o que de vez en cuando no cometa errores o me disguste con alguien. No quiere decir que todo me sale bien siempre; no implica que no haya sufrido o que mi vida haya sido perfecta.
Significa que a mis 32 años siento que he logrado demostrarme a mí misma que soy capaz de lo que me he propuesto; que vivo a mi manera y con mis medios y que no necesito a nadie para sobrevivir. No le rindo cuentas a nadie de mis actos y tengo mi espacio, un lugar en el mundo construído por mí. Oh, si, me gustaría ganar más dinero y vivir en un pent-house o tener carro. Pero eso no es indispensable en mi vida. Mi trabajo me satisface plenamente, aprendo cada día y veo, reconozco la huella que dejo en mis estudiantes. Mi esfuerzo de cada día tiene frutos. Lo mismo en mi corazón. Tengo gente a quien amar: mi hijo, que es la razón de mi vida; un hombre, que aunque no puede estar a mi lado físicamente todo el tiempo, sí llena mis anhelos románticos, mi deseo y ese espacio de la vida en que necesitas tener alguien con quien compartir (y he tenido suerte, pues es un ser inteligente, dulce y apasionado); mi madre, con toda la carga de conflicto, y mis amigos, que sin ellos nada tendría ningún sabor. Y finalmente, tengo sueños: quiero formar una familia, quiero hacer de mi hijo un hombre grande y bueno, quiero que mis amigos sean felices; y tengo metas: trabajo en dos proyectos educativos y cada día me exige el logro de objetivos concretos y revisables. Quiero ganar más dinero y por eso estoy trabajando más... Creo que la felicidad es mirar alrededor y decir ¡Bien hecho!

El segundo punto, el de sentirme avergonzada, me dejó un tanto sorprendida. ¿Es malo ser feliz? ¿Es como de mala educación decírselo a los demás? Es quizás una manera de hacer ostentación de algo que pocos tienen... O es que es más interesante ser desgraciado y la felicidad nos baja de estrato, nos hace muy poco interesantes. Habría que cantar lo que dice Silvio Rodríguez: "Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen, por este día, los muertos de mi felicidad..."

2 comments:

Aldaron said...

Me he quedado sin palabras...

Sólo puedo decir que a tu lado...soy muy feliz. Y a pesar de ser un quejetas...mi vida es maravillosa en todos los aspectos...sobretodo desde que tu apareciste, mi dulce amor.

Germán said...

La felicidad absoluta es inalcanzable, por definicion. El dia que alcancemos la absoluta felicidad perderemos la condicion humana. Para que vivir, si no en funcion de la busqueda de la felicidad?