En toda profesión se va alcanzando una mayor pericia en ciertas cosas. Yo, al terminar el año pasado (académico) estaba convencida de que era una muy buena profesora de niños de sexto y séptimo. Realmente había logrado manejar un lenguaje que me permitía acercarme a ellos y la edad en la que están es perfecta para fomentar en ellos lo que a mí me gusta: la fantasía. Cuando me dijeron que este año iba a tener que dar clases en décimo, realmente me alarmé. Llevaba ya más de una año sin darle clase a los "grandes" y este grupo en particular tenía fama de cruel e indisciplinado. Además, están allí los estudiantes más brillantes del colegio. Todo un reto. Me pasé las vacaciones enteras planeando qué iba a hacer con ellos. El primer día me temblaba la voz y era casi incapaz de sostener un papel. Ellos se dieron cuenta. Los niños son como los perros: huelen el miedo. Me pasé dos semanas dolorosas comprobando que mi clase era un fracaso. El tema no les interesaba (¡¡¡Cómo puede no interesarles el tema del comic negro y de lo urbano a chinos de décimo!!!) y mi voz se perdía en el infinito de sus charlas juveniles.
Me enfermé. Falté a dos clases. Hoy, después de diez días sin verlos, entré a clase con una seguridad renovada. Fue muy extraño. De repente tenía control total del grupo. Tomé unas reseñas que habían hecho y las desglosé, critiqué, alabé y dí la vuelta. De repente, ellos se comportaron como si estuvieran realmente ante alguien que tiene algo que ofrecerles. Alguien a quien respetar. Hoy adoraban el libro que les puse a leer, todo les parecía genial, obedecían y opinaban con sus brillantes cabezas, en una extraña armonía. Fue una clase excepcional. Y he recuperado el lenguaje para hablarle a los más grandes, cosa que yo creía perdida. Ha sido muy satisfactorio.
Igual de rico, el viernes tenía un examen con los de sexto sobre Drácula y decidí saltarme las reglas. les llevé Metal Gótico y los puse a relacionar lo leído con lo que oían. Fue fantástico. Adoro a los de sexto.
***
Por otro lado, no lo había dicho, pero me encantó tener a la Toe & Friends en mi casa el sábado pasado. Hacía mucho no me sentía tan a gusto con personas muy cercanas a mi corazón. Fue entrañable y satisfactorio y tengo que reconocer que la Toe sigue siendo muy importante en mi vida, más que por Tolkien (¿no se los he contado? voy a leer ESDA completo con sexto este año), por cada uno de ustedes a los que quiero con toda el alma. Gracias, Chapis, por el encuentro.
Y pues nada, me voy, que si no van a tener que inyectarse insulina. Bye.
Monday, September 18, 2006
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5 comments:
Pues, es que la inteligencia no se improvisa.
Tú lo tienes todo.
No sabes la envidia que les tengo a esos pelaos... yo nunca tuve una profesora como tú.
Con los chicos es cuestión de ponerlos a la altura de uno - no de ponerse a la de ellos - y tratarlos como personas y de las inteligentes. Lo que pasa es que están acostumbrados a que la gente piense que si son chicos son estúpidos y los tratan como tal.
Ahora, que no me imagino una clase tuya estando tú de malas pulgas...
¿Cómo se llamaba el sargento de "Full Metal Jacket"?
Insulinaaaaaa
Amor... hay Tarea para tí en mi blog.
Besos...
La cuestion gotica puede ser realmente una pesadilla, por ejemplo en una de las paginas goticas mas famosas han escrito tres asesinos en masa....que horror.
Ni siquiera me atrevo a darles el nombre del sitio ya que no quiero irrespetar la memoria de las victimas.
Que alguien aleje a nuestos adolescentes de la moda gotica.
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