Friday, November 25, 2005

Afecciones

Soy una persona terriblemente consentida. No puedo evitarlo. Soy hija única y siempre he aparentado menor edad, y siempre he encontrado ángeles guardianes en mi vida que me toman afecto, me ayudan y me "protegen".

Por esa razón, creo yo, sumada a un irritante sentido de la justicia y a una molesta necesidad de polemizar, por esas razones, repito, hay cosas que me afectan más de lo que deberían.

Bueno, me encanta la camorra inteligente. Eso es una cosa. La otra es que se me altera facilmente la vena feminista. Por otro lado, soy terriblemente sensible a lo que piensan las personas que quiero y aprecio, y sufro la malsana necesidad de que me aprueben y me quieran. Pero además, y más grave aún, espero cosas de la gente. Cosas que yo haría en su lugar. Es decir, espero que los otros se comporten como yo me portaría. Y cuando no lo hacen, me siento terriblemente herida. Yo sé (racionalmente) que no todos somos iguales, que la gente se guarda cosas, que suele ser deshonesta (y en esto aclaro a mi post anterior: prefiero la grosería a la mentira), que a veces dice o hace cosas por puro compromiso, etc, etc...

¿En fin, para qué este post? Para desahogarme, pues me siento dolida por una gran tontería; para que deje de incomodarme, para tratar de analizar racionalmente por qué me dolió, para decir, gritar, ESTOY PUTAMENTE MOLESTA, y que la cosa no se quede en el silencio.

Porque, como buena niña malcriada, siempre tengo que hacer pataleta.

Ya está.

Aclaración: este post no tiene absolutamente nada que ver con el Blog de Turin ni con las discusiones anteriores.

Wednesday, November 23, 2005

Sinceridad o grosería

Un comentario de Kaimelar y algunos otros me han hecho reflexionar en torno a la diferencia entre honestidad y grosería. Y es una reflexión de toda la vida, pues yo siempre he sido excesivamente honesta. De hecho, he terminado siendo muy grosera, pero no lo comprendí hasta hace poco y es ahora una de mis tareas: evitar la grosería y continuar siendo honesta. Creo lo siguiente:
Uno puede decir lo que piensa. De hecho, debería ser una costumbre. Hacerlo a menudo. Pero uno no puede decir TODO lo que piensa. No a todo el mundo. Y si es necesario, creo que hay maneras de decir las cosas. Si tu amiga está gorda, tú no vas y le dices "eres una gorda de mierda". No. Vas y le sugieres que entre a un gimnasio, le recuerdas cómo se veía de bonita el año pasado, o la invitas a hacer dieta... Eres honesto sin herirla, que no hay que herir a nadie. Si tu amiga, Kaimelar, se viste como una puta, pues, primero, puedes usar otros términos. "Loba", "Champe", "Mañé"... Pero, ¿se lo dirías a ella? "Oye, tú te vistes como una puta"... Creo que si eres su amigo NUNCA lo dirías así. Quizás le sugieras, si de veras la aprecias, ropa con que te gustaría verla. O algo así. Pero no creo que sea bueno para nadie que le digan cosas groseras, haciendo alarde de honestidad. Existen dos líneas que separan la honestidad de la grosería. Se llaman respeto y sensibilidad.
Los seres humanos tenemos siempre, además, algo que nos duele especialmente. A las mujeres aquello del físico nos vuelve papilla y somos bastante sensibles a los comentarios al respecto. A los hombres su hombría se les ha convertido en un problema. Y nadie queiere que se le metan al rancho, ¿no? Así, pues, sí podemos encontrar expresiones respetuosas y una manera acertada de hablar con los demás.
Igual, a veces es rico usar expresiones sucias respecto a hechos, y a veces gente, que para uno es desagradable, y es inevitable. Pero no creo que sea sano en presencia del aludido.
...Bueno, a menos que sea "uno" de esos momentos. ;-)

Saturday, November 19, 2005

Conversaciones de hombres

Era tarde y tenía que irme a casa, pero no me atrevía a pararme de la mesa. Yo era la única mujer entre cinco hombres que, frente a un jarro de cerveza, despellejaban metódicamente a cada una de las mujeres con las que trabajamos. Mi paranoia entró en acción: no podía irme, pues, entonces, qué no dirían sobre mí? Sobre mis gorditos o mi forma de caminar, sobre la tanga brasilera que se adivina a través del jean o cómo se me notan más las tetas.... Me daban ganas de irme pero dejar un micrófono. ¿Querrian tirar conmigo o comentarían "qué asco"?

Y es que se dijo de todo allí. Que fulana estaba rica pero que alguien había dicho que tenía las tetas de "mortadela" y qué asco. Que mengana olía horrible. Que perenseja tenía la panza blanca y celulítica. Que la de más allá aguantaba, pero que no hablara, por favor. Que si el bebé que esperaba la de más acá sería más bien de fulanito y no del novio...

De veras, me sorprendí. Yo pensaba que las mujeres éramos chismosas. Pero es que nunca había oído a los hombres destripar a una mujer en los términos que tuve que presenciar ayer. Y pues, no sé, la verdad, aunque considero un honor que se me permitiera estar allí, he terminado por preferir las sesiones de chismorreo femenino, que, aunque acabamos con nuestras congéneres, al menos no las tratamos como sucios objetos de placer, listos para ser usados o desechados por defectos que yo misma no sabía que existían.

Por una vez en mucho tiempo, me sentí legítimamente unida a mi género. Y quisiera pedirle a mis amigos hombres, que piensen un poquito en lo que dicen de una mujer y en cómo lo dicen. ¿Por qué deben ser sucios y obsenos cuando alguien no les gusta? Es realmente triste. ¿Qué pasa si ella se entera? ¿No les importa? Es degradante y humillante. (Voz de mamá indignada:) Muy feo.

Saturday, November 12, 2005

La edad de la insolencia

Los 30 son una excelente etapa de la vida. Sin duda, la mejor que me ha tocado. No importa que los jóvenes de veinte o menos pataleen y exijan el dominio del mundo, y griten que ellos son los reyes. Hay muchas cosas que la juventud nos oculta; mucho goce que no se sabe apreciar. Demasiada inexperiencia. Excesivo apresuramiento; intensidad desbordada. Pero después de los treinta hay una especie de ventana interior que nos permite verlo todo en perspectiva; las cosas se miden más y se disfrutan el doble. Se sabe decir que sí y que no, sin prejuicios ni problematización. Somos más honestos con nosotros mismos. Y el discernimiento nos permite vivir más profundamente cada situación. Jóvenes soberbios: adorarán tener treinta. ¿Qué importa que paguemos el precio de empezar a envejecer? Lo comprendemos todo mejor y por eso todo lo saboreamos más y con mayor deleite. No nos atragantamos. Sabemos que vale la pena vivir la vida y agotarla hasta las eses, pero con despacio y delicia.
Además, no dependemos ya de nadie, nadie puede decirnos qué hacer y qué no; vivimos en nuestro espacio personal propio y nos atrevemos a todo lo que antes podría darnos oso. Y aunque tenemos más responsabilidades y estamos más cansados, somos dueños de nuestra vida y desiciones. Y por esa misma falta de tiempo, cada pequeña oportunidad la aprovechamos más.
Nada nos sobra, y por eso todo adquiere un valor mayor. Y el único juicio que aceptamos es el de nosotros mismos.

Definitivamente, ¡que viva la edad de la insolencia!

Monday, November 07, 2005

Tipos de Metal (Ojo al progresivo y al glam)

Supongamos la siguiente situación, "En lo alto de un castillo, hay una linda princesa, que es custodiada por un terrible y gigante dragón", así se abordaría esa situación según cada estilo:

POWER METAL: El protagonista llega al castillo en un caballo blanco alado, escapa del dragón, salva a la princesa, se van lejos y hacen el amor.
TRUE METAL: El protagonista llega al castillo y vence al dragón en una batalla utilizando su espada. Bañado en la sangre del dragón, lo hace con la princesa.
THRASH METAL: El protagonista llega la castillo, pelea con el dragón, salva a la princesa y se la tira.
HEAVY METAL: El protagonista llega al castillo en una Harley Davidson, mata al dragón, se toma unas chelas con la princesa y después lo hacen.
FOLK METAL: El protagonista llega con varios amigos tocando elacordeón, alaude, violín, y otros instrumentos extraños. Eldragón se queda dormido de tanto danzar, y luego se van. Sin la princesa.
VIKING METAL: El protagonista llega en un navío, mata al dragón con un hacha, lo cocina y se lo come. Viola a la princesa, saquea el castillo y le prende fuego a todo antes de irse.
DEATH METAL: El protagonista llega, mata al dragón, se tira a la princesa, la mata y se va.
BLACK METAL: Llega de madrugada, en medio de la neblina, mata al dragón y lo empala frente al castillo. Sodomiza a la princesa, la corta con una daga y bebe su sangre en un ritual antes de matarla. Después descubre que ella no era virgen y la empalajunto al dragón.
GORE METAL: Llega, mata al dragón, lo quema. Sube al castillo, se tira a la princesa y la mata. Después se la vuelve a tirar. Quema el cuerpo de la princesa y se la tira de nuevo. Antes de marcharse se come al dragon y a la princesa.
DOOM METAL: Llega al castillo, ve el tamaño del dragón, se deprime y se suicida. El dragón se come el cadáver del protagonista y después se come a la princesa.
NU: Llega al castillo y se jacta de lo bueno que es peleando y de que es capaz de ganarle al dragón. Pierde miserablemente y queda hecho XXXXXX. Huye y encuentra a la princesa, le cuenta su trágica infancia. La princesa lo cachetea y se va a buscar al protagonista de "Heavy Metal". El protagonista"Nu" se toma un prozak y se va agrabar un disco de "The best of".
ROCK N'ROLL CLÁSICO: Llega en una moto fumándose un troncho y se lo ofrece al dragón, que resultó que era su amigo. Luego acampa con laprincesa en la parte más apartada del jardín, y después de mucho sexo, drogas y rock n' roll, tiene una sobredosis de LSD y muere ahogado en su propio vómito.
PUNK: Le tira una piedra al dragón y huye. Pinta la "A" de anarquía en un muro del castillo. Le hace un peinado tipo "mohicano" a la princesa y abre un kiosko de fanzines en el pasadizo del castillo.
PROGRESIVO: Llega, toca un solo virtuoso de guitarra de 26 minutos. El dragón se mata de tanto tedio. Llega donde la princesa y toca otro solo explorando todas las técnicas de tonos y compases aprendidas en el ùltimo año en el conservatorio. La princesa huye buscando al protagonista de "Heavy Metal".
HARD ROCK: Llega al castillo en un convertible rojo, acompañado de dos rubias pechugonas y tomándose una botella de Jack Daniels. Mata al dragón con un cuchillo y luego hace una orgía con las rubias y la princesa.
GLAM: Llega al castillo. El dragón se ríe tanto al verlo que lo deja pasar. Entra al castillo, se roba la laca y el lapiz labial de la princesa. Luego convence al dragón de pintar el castillo de rosado y hacerse unos rayitos.